Una de las frases chistosas más conocidas sobre mascotas es la de "tienes memoria de pez de pecera, dos segundos… y a otra cosa". ¿Crees que es cierto? En Mascotea nos lo hemos preguntado y mira lo que hemos descubierto:
 

La ciencia habla…

Para empezar, vemos que no somos los únicos intrigados por la memoria de los peces. Un equipo de investigadores de la Universidad australiana Charles Sturt ha demostrado que los peces tienen memoria a argo plazo. Según el director de este equipo de investigación Kevin Warburton, estos vertebrados recuerdan a sus depredadores hasta un año después de su ataque (siempre que sobrevivan, claro ;) También afirman que ciertos peces como la carpa recuerdan y reconocen las zonas donde han visto cómo los anzuelos se llevaban a sus amigos y familia. Para desesperación de los pescadores, los ejemplares que se acuerdan de la trampa evitan esos lugares peligrosos durante meses y meses.
 
La investigación de Warburton demostró que los peces no solo recuerdan las zonas de riesgo de su hábitat, también son capaces de de recordar que ir de dos en dos para inspeccionar las zonas peligrosas es una excelente medida de prevención contra imprevistos. También memorizan las mejores vías de escape y trazan y recuerdan un mapa mental con las rutas más seguras para acceder al alimento. Esta investigación demostró, además, que los peces de agua dulce recuerdan perfectamente a los miembros de su banco (entendido como manada de peces) y que se suelen unir con más frecuencia a unos u otros en función de sus gustos o necesidades concretas.
 
  ¿Realidad? ¿Ficción?

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Peces con mejor y peor memoria:

Como ocurre con otros animales, hay especies de peces que tienen más memoria que otras. Veamos algunos ejemplos:

  • Las truchas:
    El caso de la memoria de las truchas "trae de cabeza" a los pescadores de todos los países. Según algunos expertos, la trucha solo tiene memoria a corto plazo, su recuerdo de las experiencias de temor o dolor no suele superar las 7-8 horas. Pero esta teoría se ha visto rebatida varias veces por la realidad. Por ejemplo, se cuenta que una trucha marrón que un año fue pescada y devuelta al río fue vista al año siguiente ocultándose cuando llegaron esos mismos pescadores en su barca. ¿Recordaba la trucha el accidente? Nunca lo sabremos…
  • Los tiburones:
    Como sobre gustos no hay nada escrito, una de las últimas modas que arrasa en el entorno marino es nadar entre tiburones. Se supone que esta actividad es relativamente segura si sabes cómo tratar a estos impresionantes depredadores. Uno de los trucos, por ejemplo, es golpear de vez en cuando el morro del tiburón cuando se aproxima demasiado. Según los expertos, los tiburones tienen mala memoria y a los pocos minutos olvidan que el ser humano que tienen delante no es un pacífico atún. Así, es adecuado recordarles con toquecitos que los trajes de neopreno no están ricos.
  • Los peces Betta:
    Ya hemos hablado en Mascotea del pequeño y peleón pez de pecera Betta. Quizá por su carácter algo hostil y territorial, el pequeño Betta recuerda muy bien a los ejemplares con los que ha tenido desavenencias en el pasado. Por otra parte, se ha demostrado que esta increíble mascota también es capaz de recordar los colores: si tiras pelotas verdes, amarillas, rojas… dentro de su pecera, el Betta intentará atacarlas porque invaden su territorio, pero días más tarde recordará los colores de aquellas que peor le han caído o que ha percibido como más peligrosas y las atacará primero. Es uno de los ejemplos más evidentes de que los peces de pecera sí que tienen memoria.

La memoria mejora con el entrenamiento.

El cerebro de los peces es infinitamente más pequeño que el de los seres humanos, pero comparten un rasgo común: si no lo ejercitas se atrofia. Si tienes un solo pez en su pecera que pasa todo el día aburrido, dando vueltas y más vueltas, sin recibir más estímulos que las ondas que provoca al nadar, poco a poco se irá "amuermando", perderá esa curiosidad innata de su especie, dejará de preocuparse por los posibles riesgos de su mundo y, así, por falta de uso, irá perdiendo la capacidad para recordar.

Así que ya sabes, depende de ti que tu mascota tenga o no memoria de pez de pecera… :)

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Un pez que no ejercita su memoria... ¡terminará por perderla!

 




  Sobre el autor

Marta Barrero

“Se puede vivir sin perro, pero no merece la pena” es una de las máximas de Marta Barrero, nuestra redactora especializada en formación, comunicación y publicidad.

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