Un órgano presente en muchos animales

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En el hueso vómer, situado entre la nariz y la boca, se haya un órgano sensorial llamado vomeronasal u Órgano de Jacobson. Está presente en muchos vertebrados, entre los que se encuentran la mayoría de los animales domésticos, serpientes e incluso, aunque vestigial, en nosotros mismos. Es un órgano que analiza grandes moléculas, como algunas feromonas. En nuestro caso, este órgano no parece tener ninguna función. Se considera vestigial, pero no atrofiado, pues existen evidencias de conexiones entre él y nuestro cerebro. Su función, si es que la hay, sigue siendo un misterio. Donde este órgano adquiere gran importancia es en otras especies animales, jugando un papel crucial en la caza y la reproducción. Cuando una serpiente saca y agita su lengua, está atrayendo sustancias hacia su paladar, donde se encuentra la abertura al Órgano de Jacobson en estos animales. Es esencial para las serpientes, pues con él localizan a sus presas gracias al olor. En animales sociales, como es el caso del gato, el olor tiene una función muy importante en las relaciones que existen entre ellos, así como en su conducta, como ya hemos mencionado anteriormente. No obstante, no debemos confundir el órgano del olfato con el de Jacobson, aunque se sitúen los dos en la nariz. La mayor parte de los olores va a seguir siendo recogidos por el olfato.

El Órgano de Jacobson en gatos

A veces os habrá pasado que vuestro gato se queda muy quieto, como si estuviera mirando fijamente algo, pero no hay nada cerca. Entonces, en una mueca característica, levanta su labio superior y parece inhalar aire unas cuantas veces, abriendo la boca y elevando su cabeza. Es su Órgano de Jacobson en acción. De manera parecida a como usan las serpientes su lengua bífida, los gatos usan este acto reflejo para succionar el aire y atraer las partículas hacia su órgano vomeronasal. A este gesto se le conoce como reflejo de Flehmen (significa “arrugar el labio superior” en alemán) y no solamente lo encontramos en felinos, sino también en otros animales como en los caballos. Cuando un gato olfatea de esta manera peculiar, seguramente esté captando feromonas, pues el Órgano de Jacobson tiene esa función principal en estos felinos. De hecho, en gatos con este órgano extirpado, son incapaces de diferenciar entre hembras y machos, ni cuándo otros gatos están en celo, por lo que tienden a tratar de copular de manera aleatoria y a destiempo.

Olores que marcan conductas

Las feromonas en gatos, como ya contamos, tienen una importante función sexual y en el marcaje territorial. Estas sustancias suelen ser muy diversas, pero podemos dividirlas en dos grandes grupos: volátiles y no volátiles. Algunas feromonas van a ser partículas pequeñas, las cuales se quedan en suspensión en el aire (volátil) durante mucho tiempo al ser liberadas. Estas feromonas son captadas por el olfato del gato y suelen desencadenar cambios inmediatos y rápidos en la conducta. Otras, sin embargo, van a ser partículas mucho más grande (no volátiles), por lo que el gato deberá ir a la fuente del olor para poder percibirlas. Estas son recogidas por el Órgano de Jacobson, normalmente gracias a la succión creada por el reflejo de Flehmen. Ésta es la razón por la que los gatos se vuelen unos a otros desde muy cerca, pues olfateando el trasero de los otros gatos es como pueden captar las feromonas que se encuentran en la orina. Las feromonas captadas por el órgano vomeronasal suelen entrañar cambios fisiológicos en el gato, más lentos y que se mantienen en el tiempo mucho más que las feromonas captadas por el olfato. Aunque se encuentren casi en el mismo lugar y tengan funciones muy parecidas, el olfato y el Órgano de Jacobson tienen vías neuronales diferentes. Cuando una feromona es captada por el órgano vomeronasal, el mensaje que ésta trae no es enviado por vías olfatorias hacia zonas cognitivas del cerebro, sino que se dirigen a estructuras como la amígdala y el hipotálamo, relacionadas directamente con las reacciones emocionales. Resumiendo, las feromonas captadas por el Órgano de Jacobson van a despertar en gatos ciertas emociones que regularán sus comportamientos, generalmente sexuales. Estas emociones se continuarán en el tiempo, por ejemplo, durante todo el periodo que dure la cópula. En definitiva, la próxima vez que veamos a nuestro amigo felino arrugar el hocico, que sepamos que lo que venga después será producto de lo que haya olfateado, así que no lo culpéis si se pone algo… sentimental.



  Sobre el autor

Juanfra Vázquez

Biólogo, etólogo y escritor. Aunando sus dos grandes pasiones, el comportamiento animal y la escritura, para ponerlas a disposición de Mascotea y de vuestras mascotas.

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