Determinar la edad de tu mascota es más importante de lo que parece, no es simple curiosidad. Un gato de 6 meses no tendrá  las mismas necesidades alimenticias, de cuidado de su salud y de socialización  que un gato de, por ejemplo, 5 años, ¿verdad? 

Si has visto nacer a tu gatito, no tendrás problema en saber cuándo  celebrar su cumpleaños, pero eso pasa pocas veces. Si recoges  a un gato cachorro o ya adulto, tu veterinario de confianza podrá  calcular aproximadamente la edad de la mascota, pero si quieres puedes hacerlo  tú mismo. ¿Cómo? Fijándote en los datos que  anotamos a continuación.

1. Los ojos y los oídos.

Los gatitos comienzan a abrir los ojos a partir de los 6 días  de edad. Desde el momento que nacen y hasta los 5 días más  o menos, los gatos bebé tienen los ojos bien cerrados, las orejas  pegaditas a la cabeza y no son capaces de sostenerse sobre sus pequeñas  patas. Normalmente el gato podrá mantener los ojos bien abiertos  en torno a los 15 días de vida. Otra pista: los ojos de  los gatos recién nacidos son casi siempre de color azul. Será  en torno a las 8 semanas de vida cuando los ojos de tu gato te mirarán  con su precioso color definitivo.

Los canales auditivos del gatito, por su parte, también permanecen  cerrados hasta más o menos los 20-22 días. Cuando el canal  auditivo del felino se abra completamente, el gatito comenzará  a escuchar los sonidos de su hogar y a intentar alcanzarlos alzándose  sobre sus todavía torpes extremidades.

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2. Los dientes.

Las 3 semanas de vida marcan el nacimiento de los dientes de leche,  así que si tu gatito recién recogido ya puede comer alimentos  sólidos, quiere decir que ya ha cumplido, al menos, su primer mes de  vida. Los dientes de leche van siendo sustituidos por los "de verdad"  en torno a los 4 meses, así que sobre los 6 meses tu gato  ya lucirá esa sonrisa blanca perfecta y definitiva.

Dependiendo del tipo de alimentación que consuma tu minino  y de la higiene bucal al que le sometas, los dientes se irán desgastando  más o menos y adquirirán una mayor o menor cantidad de sarro  en torno a las encías. Un gato de 4 o 5 años normalmente  mostrará signos de sarro en su dentadura y, si te fijas, apreciarás  como los bordes de los dientes ya presentan ligeros signos de desgaste. Este  desgaste se irá acentuando con los años y es una valiosa pista  que te indicará la franja de edad en la que se mueve tu peludo.  Cuando el gato es muy viejecito, en torno a los 15 años, lo habitual  es que el desgaste de su dentadura sea muy acusado e, incluso, que le falten  varias piezas dentales.

3. El juego.

Según los etólogos, la etapa de socialización  de los gatos comienza en torno a las 3 semanas y finaliza alrededor de  las 8. En esa etapa el joven animal está reconociendo al  resto de animales que le rodean y, como siempre pasa en la naturaleza,  este conocimiento se consigue gracias a los juegos. Los juegos suelen  ser suaves hasta los 2 meses de edad. Desde los 2 a los 4 meses el pequeño  felino comienza a desarrollar ese puntito depredador que le hace ser  más bruto en sus juegos. En esas semanas se despierta, además,  otro de los sentidos que le acompañará el resto de su vida: la  tremenda curiosidad.

Un gato puede jugar durante todas sus etapas de vida: cachorro, adulto  y anciano. Es más, todos los expertos aconsejan potenciar el juego de las mascotas ya que les aporta múltiples beneficios: hacen ejercicio  sin darse cuenta, dejan la apatía y el aburrimiento de lado…

4. El pelaje.

El precioso pelo del nuevo miembro de la familia nos puede dar valiosas pistas  para determinar su franja de edad. Los gatitos recién nacidos  presentan un pelaje cortito y bastante espeso, parecen una bolita  de algodón. Según pasan las semanas, el manto se va volviendo  más fino y sedoso adquiriendo su textura definitiva cuando el  gatito cumple, más o menos, 1 año de edad. Una curiosidad:  cuando el gato cumple los 9 o 10 años, el pelaje vuelve a adquirir  la textura y volumen que tenía en su primera infancia.

En torno a los 12 o 14 años nuestro abuelete normalmente  mostrará las primeras canas en su hocico y su lomo. Además,  como el gato ya no tiene tantas ganas de acicalarse como antes, su pelo  se vuelve más fino y seco. Es un momento de su vida en el que tienes  que vigilar más el buen estado de su piel.

¿Cuántos años tiene tu gato?



  Sobre el autor

Marta Barrero

“Se puede vivir sin perro, pero no merece la pena” es una de las máximas de Marta Barrero, nuestra redactora especializada en formación, comunicación y publicidad.

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