La realidad asusta. Muchas veces es mejor tener a la ignorancia como mejor aliada, no conocer, no ser conscientes de lo que comemos, de lo que la sociedad nos brinda engañándonos día a día.

Seguramente la alimentación sea el motivo de muchas enfermedades que a día de hoy no tienen cura o disponen de tratamientos difíciles que no siempre logran los mejores resultados.

Lo mismo ocurre con nuestros animales. Debemos informarnos adecuadamente sobre el pienso que comen o sobre qué tipo de comidas les damos, de dónde vienen, de qué están compuestas, etc.

Y es que lo ha que ha ocurrido en Sevilla es espantoso. Es una de esas veces en las que la realidad supera la ficción con creces. Personas sin escrúpulos que aún a sabiendas de lo que hacían y sin remordimiento alguno, se dedicaban, presuntamente, a usar animales enfermos para piensos de gatos y perros.

En total, unos doce detenidos e imputados entre trabajadores, propietarios y directivos de empresas de transformación de subproductos cárnicos de Andalucía, Cataluña y Extremadura que ya están declarando y que le ha costado el puesto de trabajo al director de Sanidad Animal de Sevilla, Luis Vázquez Muñoz.

Se trata, así, de los negocios de tratamiento de subproductos cárnicos Dasy, su filial Pet Food y de Render Grasas, que ya había sido denunciada por Ecologistas en Acción en varias ocasiones.

Tristemente, estas detenciones no se han producido por salvaguardar la salud de nuestros animales. Bien es sabido por todos que a la sociedad, aunque cada vez menos, poco le importan nuestros más fieles amigos. Pero si estas empresas no tenían, presuntamente, reparo en elaborar harinas para piensos de perros y gatos usando animales enfermos o no aptos para el consumo humano, tampoco lo tenían para conseguir grasas para elaborar piensos de vacas, cerdos o pollos que luego los ingerirían personas.

Se demuestra así, una vez más, que vivimos en un mundo lleno de engaños y extremadamente cruel con los más débiles. No sabemos lo que comemos y no queremos ver el modo en que el ser humano utiliza a los animales a su antojo, con un especismo claramente enfocado a esos animales de granja que poco se diferencian de nuestros perros, gatos, conejos… que tenemos en casa y que mimamos con tanto amor. Es evidente que podemos hacer de este mundo un lugar mejor, más igualitario para todos los seres vivos, protegiendo a los más débiles, cuidándolos y no aprovechándonos de ellos de esta forma tan vil. Quizá, deberíamos reflexionar sobre una cultura que nos imponen desde que nacemos y pensar lo que es no sólo más saludable a la hora de alimentarnos, sino también más justo, ético y por supuesto, sano.

Pienso



  Sobre el autor

Cristina de Dios

Licenciada en Periodismo por la URJC y especializada en Marketing y Comunicación por la UCM, es una apasionada de los animales, en especial de los perros, por quienes lucha diariamente para lograr una mayor concienciación sobre sus derechos y un mayor respeto hacia todas las especies.

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