Que a todo el mundo - mascotero o no - le fascinan los ojos de los gatos es algo indiscutible, sólo tenemos que recordar el famoso maquillaje "Ojos de Gata" tan de moda en otro tiempo...

Grandes, redondos, brillantes... los ojos de los mininos son, siempre, preciosos. Pero ¿son sólo tremendamente bellos? Hoy vamos a hablar un poco de este fascinante tema... 

Brillantes como esmeraldas

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Quizá recuerdes nuestro artículo dedicado a los gatos domésticos (el Felis Catus). En él nos preguntábamos por qué brillan tanto los ojos de nuestros mininos. La causa es puramente morfológica: en la parte posterior del ojo, justo detrás de su retina, algunos animales como los perros, los gatos, las ovejas.... tienen una capa extra de tejido denominada "tapetum lucidum". Este tejido es iridiscente, es decir: capta la luz, la refleja y, así, aumenta su potencia. 

El objetivo principal depende del tipo de animal. En los depredadores - como el gato - ver mejor en la oscuridad le permite cazar a todos esos animalitos nocturnos tan "sabrosos". En los herbívoros - como la vaca - ver mejor le permite detectar los posibles peligros que esconde la oscuridad (posibles depredadores). Como ves, la naturaleza es muy muy sabia. Qué lástima que los seres humanos no tengamos "tapetum"...

El tercer párpado:

Otra curiosidad morfológica de los ojos de los gatos -que también tienen los perros - es la presencia del llamado "tercer párpado": una membrana transparente situada en un rinconcito interno del ojo y que tiene una triple función: limpiar, lubricar y proteger. La presencia de la "nictitating membrane" (nombre rarito científico) se explica porque nuestras mascotas no suelen parpadear demasiado. Sin parpadeo, los ojos se resecan, pueden entrar motitas de polvo en la córnea... Además, estos animales caminan a ras de suelo y, sobre todo antes, entre ramas, arbustos.... Como ves, el tercer párpado, es una óptima medida de limpieza, protección y preservación de uno de los principales sentidos de nuestro peludo: la visión.

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Fascinantes pupilas...

¿Sabías que el gato es uno de los animales que mejor controla el acceso de luz a su retina? 

La razón la encontramos en la forma de su pupila: como sabes, las pupilas de los gatos pueden contraerse hasta quedar como una finísima línea vertical (las nuestras se contraen en forma de círculo). Esta forma alargada permite que los párpados "decidan" qué cantidad de pupila dejan descubierta y qué porción permanecerá oculta. Es decir: regula la cantidad exacta de luz que accede a la retina. Eso explica que pocas veces verás un gato deslumbrado...

El tamaño... importa

Otra pregunta: ¿Sabías que si tuvieras ojos de gato estos ocuparían casi la mitad de tu cara? Eso sí que sería llamativo ¿verdad? 

Bromas aparte... uno de los motivos por los que nos encantan los ojos de nuestras felinas mascotas es por su gran tamaño. El motivo es, también, fisiológico y tiene su origen en el carácter depredador de nuestro peludo. A mayor tamaño de la córnea, mejor visión. A mejor visión, mejor caza. A mejor caza...

Juntos y centrados

Si te fijas, los ojos de los mininos están situados "muy dentro" de su cara, en la parte frontal. Y tú te preguntarás... al ser el gato un animal de carácter cazador... ¿no vería mejor que los ojos estuvieran colocados a ambos lados de su cara? 

Pues seguramente sí, pero en ese caso esos enormes y preciosos ojos serían "presa fácil" para otros animales depredadores o para sus víctimas potenciales. La disposición frontal de los ojos de los gatos hace que se encuentren mucho más protegidos. Esta situación de los ojos permite a nuestro felino, además, mantener la mirada fija en su presa, calcular mejor la distancia que los separa y, finalmente, ajustar bien el salto o el zarpazo. Sin lugar a dudas.... La herramienta de caza perfecta.

Y para terminar... ¿blanco y negro o color?

Una de las grandes preguntas que siempre nos hacemos. ¿Los gatos (y los perros) "ven la tele" en color o en blanco y negro? 

Antes se pensaba que estas mascotas sólo veían en blanco y negro, pero los avances científicos han desmentido esa teoría. Cierto es que la morfología de los ojos de estos peludos no les permiten distinguir la amplia gama cromática de la que disfrutamos los humanos, pero sí pueden percibir claramente colores fríos como el verde y el azul.

Ah, una curiosidad: para tu gato ese precioso juguete de color rojo vivo es de un divertido gris ceniza. Como casi siempre, todo depende... del cristal con que se mira ¿verdad?



  Sobre el autor

Marta Barrero

“Se puede vivir sin perro, pero no merece la pena” es una de las máximas de Marta Barrero, nuestra redactora especializada en formación, comunicación y publicidad.

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