Comportamientos juveniles en mascotas adultas

Nuestras mascotas, gracias a la buena vida que le damos en casa, han conservado muchos de los comportamientos que tenían cuando juveniles. En la naturaleza, un perro no se mostraría tan juguetón como un cachorro ya de adulto, por ejemplo. Este hecho hace que a menudo observemos comportamientos en nuestros compañeros que parecen no tener ninguna razón de ser, pero que sí que serán más lógicos si pensamos en ellos como si fueran aún crías. Un comportamiento de este tipo ocurre en gatos. Seguro que muchos lo habéis observado ya y os parecerá muy extraño, pero podría explicarse por esta retención de conductas de cuando eran más pequeños. Hablamos del amasamiento en gatos.

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Cómo es el comportamiento de amasamiento y de dónde proviene

Quien tenga o haya tenido un gato alguna vez habrá podido ver cómo, normalmente antes de irse a dormir, se pone a mover sus patas delanteras como si estuviera amasando algo. Lo suelen hacer sobre superficies que puedan recordar al pelaje animal, como jerseys, mantas de lana o incluso en el propio regazo de sus amos. Algunos, incluso, parecen disfrutar masajeando a perros o a otros gatos, amasando su espalda. Lo que hacen es presionar esa superficie con sus patas delanteras, primero con una y luego con la otra, estirando también sus manos. El movimiento recuerda al que realizamos para mover una masa en nuestra cocina, de ahí el nombre de amasamiento. ¿Por qué buscan estas superficies peludas? Pues todo parece indicar que es un comportamiento que surge del amamantamiento cuando eran crías, así que buscan algo que les recuerde a la piel de sus madres. Las crías de animales (incluso las humanas) suelen apretar y masajear las mamas mientras beben su leche. Es un gesto instintivo que favorece no solamente a que se segregue más, sino a que el movimiento continuado de las patas hace que las glándulas de la teta creen más cantidad de leche. Como decíamos, los gatos, como otros animales domésticos, suelen conservar comportamientos que tenían cuando eran pequeños. En este caso, los gatos adultos amasan con sus patas como hacían con las tetas de sus madres. Esto explica que, a la vez que amasan, muchos gatos suelen salivar o ronronear –aunque no todos-, exactamente como harían bajo el regazo de sus madres.

Otras explicaciones posibles para el amasamiento en gatos

El movimiento de amasar recuerda mucho al que realizan las crías de gatos al alimentarse de sus madres. Por ello se cree que el amasamiento es un comportamiento de cuando eran pequeños, que mantienen cuando son adultos, pero esto podría ser solo una coincidencia. Algunos expertos creen que el hecho de amasar la superficie antes de ir a dormir podría explicarse con el comportamiento de los gatos en la naturaleza. Como otros animales, el gato construye nidos en la tierra, con hierbas y hojas, donde dormir durante la noche. Antes de tumbarse a dormir, el gato estira su lecho y es algo que se sigue dando en nuestros gatos en casa. También opinan otros que puede ser un simple gesto de estiramiento. Nosotros, cuando tenemos sueño, al despertarnos o justamente antes de ir a dormir, solemos estirarnos. Levantamos los brazos y nos desperezamos, un gesto que estimula nuestros músculos, tratando de despejarnos un poco. El gato soñoliento, estirando sus patas delanteras una y otra vez, podría estar tratando de estimularse del mismo modo. 

 

El amasamiento: un comportamiento a veces molesto

Aunque el simple hecho de ver a nuestros gatos amasar algo antes de ir a dormir es una visión muy tierna, algunas veces puede suponer un problema. Los gatos tenderán a hacerlo sobre superficies delicadas, como mantas o ropa, rompiéndola a menudo con sus uñas. Para evitar que nuestros gatos terminen acabando con cualquier tela a la vista, se puede intentar reñirles en el momento que lo hagan, pero puede no ser muy efectivo. Recordad que es algo instintivo para ellos, algo que surge de manera natural. Lo mejor en estos casos es proporcionarle alguna tela que les guste y que ya no usemos, ponerla donde duerman o donde suelan amasar, y dejar que se desahoguen bien a gusto antes de ir a la cama. Pese a que pueda resultar doloroso a veces, piensa que cuando amasan nuestro regazo es porque nos están aceptando como si fuésemos sus propias madres, o porque se sienten lo suficientemente seguros como para dormir sobre nosotros. Debemos entender la importancia de este gesto y comprenderlo, pese a lo extraño –y a veces molesto- que pueda resultar ser.



  Sobre el autor

Juanfra Vázquez

Biólogo, etólogo y escritor. Aunando sus dos grandes pasiones, el comportamiento animal y la escritura, para ponerlas a disposición de Mascotea y de vuestras mascotas.

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