Desde hace varios años el mundo entero sufre una crisis global. Cientos de miles de personas han perdido su empleo o han visto reducido drásticamente su salario. Personas de todas las edades pasamos verdaderos apuros para conseguir llegar a fin de mes. Los costes de los servicios básicos - electricidad, agua- se han disparado casi al mismo ritmo que los impuestos. Los ciudadanitos de a pie recortamos en lo que podemos: ropa, comida, ocio y tiempo libre Y si recortamos gastos en nosotros mismos y en nuestros hijos... ¿Cómo no vamos a hacerlo con nuestras mascotas? ¿Crees que los cientos de miles de mascotas de este país viven exactamente igual que hace 4 años?

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Consecuencia 1: Menos visitas al veterinario

En 2012 el IVA de los servicios veterinarios para animales de compañía se incrementó en un 13%. De un día para otro pasamos a abonar de un 8% a un 21%. Este incremento del precio se aplicó no sólo a las revisiones periódicas, sino a todos los tratamientos, vacunas, análisis, medicamentos, suplementos alimenticios Hoy en día una visita rutinaria al veterinario puede suponer entre 25 y 50 €. Si además toca vacunar o hay que hacer alguna prueba médica o tratamiento específico la factura se dispara. No todas las familias pueden asumir ese gasto. ¿La consecuencia?: animales sin las vacunas esenciales como la de la rabia, mascotas sufriendo enfermedades sin tratamiento, familias que se decantan por la eutanasia en lugar de optar por un tratamiento largo y costoso... Hablamos de un problema serio que si no se ataja, puede llegar a afectar no sólo a la salud de nuestra mascota, sino a la de toda nuestra familia y, también, al resto de la sociedad (recordemos los últimos casos de rabia).

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Consecuencia 2: El Abandono

Muchas personas adoptaron a su animal de compañía en la época de las vacas gordas, en esos días en los que no se tenían tanto en cuenta esos gastos "de bolsillo" que requeriría nuestro animal. Ahora las Protectoras de Animales y los Albergues se ven desbordados porque, día a día, aparecen en su puerta cientos de perros, gatos, cobayas, conejos hasta cerdos vietnamitas. A este problema se suma el descenso de adopciones de mascotas. Amantes de los animales que antes podían tener en casa una, dos y hasta tres mascotas ahora no pueden permitírselo. Miles de mascotas abandonadas por familias que, debido a la crisis, no pueden o no quieren dedicar parte de su presupuesto a mantener al miembro más silencioso de su familia Miles de mascotas que no encuentran hogar porque las familias no pueden asumir su mantenimiento.

¿Cómo recortar gastos?

Según diversas fuentes, mantener a una mascota cuesta en torno a los 200 € anuales. Lógicamente, el gasto depende tanto del tipo de mascota como de su tamaño, su especie y su raza. Como ya escribimos hace unas semanas refiriéndonos a las mascotas y sus necesidades económicas, por ejemplo, un perro o un gato necesitarán una inversión mayor que una tortuga por el número de vacunas anuales que hay que administrarles. Un perro grande consumirá más alimento que uno pequeño. El gasto de mantener una pequeña tortuga o un periquito será mínimo, etc. ¿Podemos reducir el coste de mantenimiento de nuestra mascota? Por supuesto que sí, veamos algunos ejemplos:

  • Alimentos: mucha gente tiende a comprar alimentos de peor calidad para ahorrarse unos cuantos euros. También eligen hacer la compra en un bazar en lugar de en un supermercado o una tienda de mascotas. No son decisiones acertadas. Quizá ahorremos algunos euros en ese momento, pero también estaremos poniendo en riesgo la salud de nuestro peludo y, como consecuencia, tener a la larga más gastos en el veterinario. ¿Alternativas?: adquirir bolsas de pienso de más kilos (compra al por mayor), elaborar parte de los alimentos del peludo en casa con ingredientes básicos y económicos como arroz y carne congelada.
  • Juguetes: nuestra mascota no va a ser más feliz por tener diez pelotas, 8 rascadores, 20 peluches que mascar... nuestro mejor amigo será feliz pasando el tiempo con nosotros y jugando casi con cualquier cosa. Por ejemplo: ¿has probado a meter una pelota dentro de un calcetín y atar ambos extremos?
  • Accesorios básicos: Cada mascota necesita una serie de accesorios básicos como cama, jaula, correa... Pero no les hacen falta lujos. Podemos perfectamente construir una cama o un recinto con cuatro maderas y una manta vieja, reciclar una correa vieja con una cuerda de escalada y una tela... En estos tiempos de crisis: ¡imaginación al poder!


  Sobre el autor

Marta Barrero

“Se puede vivir sin perro, pero no merece la pena” es una de las máximas de Marta Barrero, nuestra redactora especializada en formación, comunicación y publicidad.

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