Son muchas e increíbles las cosas que nos pueden brindar los animales. Enriquecen nuestra vida desde el primer instante en que llegan a nosotros y lo hacen segundo a segundo sin pedir nada a cambio. Como por arte de magia se convierten en nuestros mejores maestros, en nuestros más fieles amigos, en nuestros angelitos de la guarda, en nuestros guías y en esos seres que velan por nosotros sin cesar.

Hechos como el que le ocurrió a un adolescente de tan sólo 13 años en Indianápolis (Estados Unidos) corroboran con creces lo que los animales son capaces de hacer por nosotros. Hasta tal punto de salvarnos la vida arriesgando la suya propia.

Y es que Nick Lamb, un joven chico de Indianápolis y con discapacidad auditiva se marchaba a dormir quitándose sus audífonos para acostarse. Lo que no sabía el joven es que su fiel amigo le salvaría la vida minutos después.

Nick conciliaba el sueño tranquilamente mientras el fuego se desataba en su casa y llegaba hasta su habitación. Su mejor amigo, Ace le comenzó a ladrar sin parar avisándole de lo que estaba ocurriendo pero como Nick no le oía debido a su sordera, su más fiel compañero, en lugar de ponerse a salvo, decidió despertarle a lametazos. Así, Ace le lamía la cara sin parar hasta que consiguió despertar al chico.

Nick, confuso, pensó que su perro quería salir a pasear pero de pronto se dio cuenta de que el humo ya estaba entrando por debajo de la puerta. De modo que cogió una camisa para taparse la nariz y la boca y acompañado de su perro salió de la casa por la puerta trasera de ésta.

Una vez fuera, Nick pudo llamar a su madre y a los servicios de emergencia que llegaron minutos más tarde para apagar el incendio que acabaría con la casa.

Nick pitbull

Según la madre del chico, Lindsay Bernard, era la primera vez que Nick se quedaba solo en casa y reconocía, aliviada, que su hijo hubiese muerto dormido y envuelto en llamas si no hubiese sido por su perro, un joven Pitbull que le salvó la vida.

Ironías de la vida, se trata precisamente de una de esas razas que denominamos injustamente perros potencialmente peligrosos. Y es que, en realidad, no hay nada más peligroso que el humano que les educa porque ellos, simplemente, son de naturaleza noble y aprenderán siempre lo que les enseñemos.

Un nuevo hecho que desmonta por completo esa etiqueta absurda de animales peligrosos. Una noticia que llega para demostrarnos, una vez más, que nuestros peludos son héroes capaces de salvarnos la vida incluso de la forma más dulce: a besos.



  Sobre el autor

Cristina de Dios

Licenciada en Periodismo por la URJC y especializada en Marketing y Comunicación por la UCM, es una apasionada de los animales, en especial de los perros, por quienes lucha diariamente para lograr una mayor concienciación sobre sus derechos y un mayor respeto hacia todas las especies.

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