Una de las mascotas menos habituales de los hogares españoles es el rechoncho cerdito vietnamita. En un país tradicionalmente "jamonero" como el nuestro, no todo el mundo entiende que estos preciosos animales pueden convertirse en la mascota de la familia. Pero como cada día hay más mascoteros que eligen al cerdo enano vietnamita como animal de compañía, hoy vamos a anotar 10 consejos básicos para cuidarlo y conseguir que sea muy feliz. 

Consejo 1: el olor "a casa".

Como sabes, el cerdo enano vietnamita tiene un sentido del olfato muy desarrollado. Así, el nuevo miembro de la familia debe acostumbrarse desde el principio al olor de tu casa y del resto de la familia. Los primeros días permítele que olfatee todo lo que desee (sin armar estropicios, claro).

Consejo 2: el adiestramiento.

Aunque mucha gente no lo sepa, se puede adiestrar a un cerdo vietnamita para que acuda a la llamada, coma de la mano o pasee sin tirar de la correa (por poner algún ejemplo). Los métodos de educación son muy similares a los que se utilizan en los perros, pero si tienes dudas seguro que en Internet encontrarás algún experto especializado en adiestrar este tipo de mascotas.

Consejo 3: la alimentación.

Los cerdos vietnamitas comen de todo y en grandes cantidades, pero no son cerdos de granja y no deben comer ese pienso que se comercializa como "alimento para cerdos". Este tipo de pienso contiene una altísima cantidad de grasas para engordar al animal, grasas que tu pequeño amigo no necesita en absoluto.

Consejo 4: la higiene.

Los cerditos enanos vietnamitas no huelen como los cerdos de granja porque no tienen contacto con sus heces ni viven en entornos sucios. De todas formas es muy recomendable que bañes a tu peludo amigo una vez cada tres o cuatro meses. En las tiendas de complementos de mascotas encontrarás productos de higiene especiales para el PH de su piel.

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Los cerdos vietnamitas comen de todo y en grandes cantidades

Consejo 5: el arenero.

A no ser que tengas un patio o un jardín donde tu cerdito pueda hacer sus necesidades, tendrás que poner dentro de casa un arenero de tamaño grande. Es importante recordar que este animalito es un poco sibarita: odia estar cerca de sus heces. Si colocas el arenero cerca de su cama o de su comedero puede negarse a dormir o comer. El consejo: coloca el arenero en una habitación diferente de donde el animalito coma o duerma.

Consejo 6: la salud.

Esta mascota tiene fama de tener una salud de hierro pero, como te decimos siempre, la prevención es poder. Recuerda llevar a tu cerdito a revisión veterinaria al menos una vez al año y ponerle las vacunas y los tratamientos antiparasitarios que te recomiende el veterinario especializado en "exóticos".

Consejo 7: el paseo.

Una característica de este animalito es su tremenda curiosidad y ganas de conocer entornos y sitios nuevos. Llévale de excursión y de paseo de vez en cuando, pero adoptando las lógicas medidas de prevención como llevarle con correa, evitar las zonas donde haya perros grandes o agresivos, etc.

Consejo 8: el juego.

El cerdito enano vietnamita es una de las mascotas más juguetonas y divertidas que puedes adoptar y uno de sus juegos favoritos es cavar. Si no tienes un jardín donde pueda cavar sin estropear nada, siempre puedes colocar una caja de madera alta con tierra o arena donde pueda disfrutar sin causar problemas.

Consejo 9: las posturas.

Tu cerdito enano vietnamita es una mascota a la que le encanta jugar, pero hay una postura que odia: estar boca arriba. Si obligas al animalito a exponer su vientre, se sentirá tremendamente vulnerable y amenazado. Así que… a jugar con las cuatro patas en el suelo.

Consejo 10: la atención.

Si has decidido que tu mascota perfecta es un cerdo enano vietnamita, tienes que darle el mismo cariño que si hubieras adoptado un perro, un gato o un caballo. A tu exótico amigo le encanta que le acaricien, que jueguen con él, que le saquen de paseo… en resumen: que le mimen como a un miembro más de la familia.

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  Sobre el autor

Marta Barrero

“Se puede vivir sin perro, pero no merece la pena” es una de las máximas de Marta Barrero, nuestra redactora especializada en formación, comunicación y publicidad.

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