A pesar de su nombre, el precioso gato Balinés ni es de la paradisiaca isla de Bali en Indonesia ni es, remotamente, oriental. Es un cruce derivado de un gato que todos conocemos bien, el precioso siamés. Hoy en Mascotea vamos a intentar conocer mejor a este leal minino.

Peso y tamaño

Pequeño - Mediano. Entre 4 y 5 kg.

Promedio de vida

12-15 años

Relación con los niños

Buena.

Relación con gatos

Regular.

Relación con perros

Regular.

Necesidades de mantenimiento

Cepillado periódico. Compañía y atención. Alimentación correcta.

Características principales

Elegante, leal, juguetón.

Número de crias

De 3 a 4 crías.

Enfermedades comunes

El gato balinés procede de la mezcla de dos razas, el Angora y el siamés. De esta última ha heredado la predisposición genética a padecer afecciones oculares como el estrabismo o la nistagma o problemas de otitis. También, como el gato de Angora, es susceptible de padecer gastroenteritis producida por la ingesta de bolas de pelo.

 

Descripción

Según la mayoría de los expertos, la raza Balinesa es una mezcla de dos razas de gato: el exótico y elegante siamés y el precioso gato de Angora. Eso explica que esta graciosa mascota comparta el cuerpo sólido y atlético del siamés y luza un pelo largo y sedoso como el gato de Angora. El cuerpo del gato Balinés es largo y muy estilizado. Sus patas son finas, pero fuertes con músculos bien marcados y flexibles que hace de él o ella unos excelentes escaladores de sofás y estanterías. Su cabeza es muy similar a la del siamés, tiene forma triangular, termina en un hocico fino y alargado y está rematada por dos grandes orejas de base ancha. Los ojos del Balinés tienen forma de almendra y suelen ser de un profundo color azul. La cola es delgadita, está cubierta de pelo tan fino como la seda y acaba en un gracioso penacho. Los colores del Balinés son los estandarizados como típicos del siamés: chocolate, rojo, foca… En cuanto a su carácter podríamos destacar que el Balinés es un gato muy leal y fiel, pero normalmente sólo dirige sus atenciones hacia uno de los miembros de la familia y tiende a olvidar al resto. Este gato tiene, además, una fuerte personalidad por lo que la convivencia con otros gatos o mascotas es un poco delicada. Balinés 

Cuidados

El gato Balinés suele gozar de buena salud y necesita pocos cuidados. Recuerda los básicos: cepillado de su pelo cada dos o tres días, alimentación correcta, agua fresca siempre a su disposición, juguetes para que no se cebe en tus muebles y visitas periódicas al veterinario para revisar su estado de salud.

Higiene: El principal mantenimiento de este peludo es, precisamente, su pelo. Tiene un manto largo y sedoso que, aunque no tiene subpelo, hay que cepillar a menudo para evitar nudos que pueda tragarse en su propia higiene diaria.

Alimentación: Al gato Balinés le encanta jugar y trepar, sobre todo cuando es un cachorrito. La alimentación que le des será, así, adecuada a su edad y estilo de vida. Si tu gato está esterilizado no olvides que puede tener cierta tendencia a coger peso.

Prevención: El gato Balinés es un gato fuerte. Las recomendaciones en cuanto a prevención son las que ya conoces: vacunas anuales, higiene y alimentación y ejercicio físico adecuados a su estilo de vida.

Enfermedades

Como ya hemos comentado, la influencia genética del gato siamés provoca que el pequeño Balinés pueda tener cierta tendencia a sufrir enfermedades relacionadas con los ojos y los oídos. Las principales afecciones son el estrabismo (la desviación hacia fuera o hacia dentro de uno o de los dos ojos), el nistagma (movimiento incontrolado de los ojos) o la otitis (inflamación del oído interno). Por otra parte, no debemos olvidar el largo pelo de nuestro minino (debido a la influencia genética del gato de Angora). Durante su limpieza diaria, el Balinés puede ingerir tupidas bolas de pelo que si se atascan en su sistema digestivo pueden ser origen de dolorosas gastroenteritis.

Historia

El gato Balinés surgió en los Estados Unidos a mediados de los años 40 buscando conseguir una raza que tuviera el físico y la complexión del gato siamés, pero con el pelo largo, sedoso y llamativo del gato de Angora. En Estados Unidos se le reconoció oficialmente como raza 20 años más tarde de su creación, en 1960. Los Balineses llegaron a Europa a mediados de los años 70, pero hasta 1983 no sería reconocida oficialmente como raza estandarizada. Una curiosidad: en los primeros tiempos, esta raza de gato recibía el nombre de "Siamés de Pelo Largo" (longhaired siamese). Fue una de las primeras criadoras - Helen Smith- quien le cambió el nombre a "Balinés" porque sus movimientos gráciles y elegantes le recordaban a las hermosas bailarinas de esta isla de Indonesia.



  Sobre el autor

Marta Barrero

“Se puede vivir sin perro, pero no merece la pena” es una de las máximas de Marta Barrero, nuestra redactora especializada en formación, comunicación y publicidad.

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