Es increíble que no podamos fiarnos de las informaciones que llegan desde los medios, ya sean de prensa escrita como a través de radio o televisión, y por supuesto por redes sociales o el boca a boca.

Hace unos días llegó a mis oídos que dos perras pitbull habían devorado a su dueño. El titular era así: Un hombre, devorado por sus dos 'pitbull' tras morir en su vivienda de El Molar. La noticia venía del periódico El Mundo, y me hizo pensar...: ¿me comería alguna de mis perras si yo muriera? Quizá si llevaran mucho tiempo encerradas, sin comida, con un olor corporal mío totalmente diferente (pues el cadáver estaría descompuesto y ya "no sería yo"...) Pero aún así no me parecía creíble. Con certeza sé que una de mis perras moriría antes de querer saciar su hambre conmigo... ¿Y la otra, más pequeña en edad y con un apetito muy superior? No, no es posible... No está en mi cabeza. Quizá los pitbull sean muy diferentes, pues conozco bien a esta raza pero no lo suficiente para saber qué podría pasar en una situación límite. Sin embargo estaban adiestradas... No, seguía sin cuadrarme, pero la noticia estaba ahí.

Hoy he comprobado atónita vía Facebook una información que no me ha dejado indiferente, a través de SOS PPP España: aparece una foto de las perras de Ángel, el chico fallecido, que poco tienen que ver con las dos pitbull de la foto de El Mundo (sí, bien, la raza es la misma). En ella hay también una foto de Ángel durmiendo con sus dos perras (en la foto. Fuente: SOS PPP España), y se pide que se difunda esta información ya que lo que se publica en El Mundo es falso. Ángel tenía arañazos (no estaba devorado) ya que las perras intentaron despertarle al ver que no se movía. Una historia bastante diferente.

Algo similar ha pasado con el perro "pitbull" que mordió a 4 personas, entre ellas a un niño de 2 años, y que contagió de rabia. Lo primero que pensé es que si un putbull muerde con ganas a un niño de 2 años (no jugando), lo que menos debería importarle al niño es, precisamente, si tenía rabia... Y días más tarde comenzaron a salir informaciones sobre que la detenida no era la dueña, el perro no era un pitbull...

Y también últimamente en Zaragoza se ha matado de un tiro a un perro en medio de un parque con varias personas presentes. La policía dice que atacó pero nadie lo vio (y estaban delante), y el final ha sido bastante definitivo para el pobre animal.

¿Qué está pasando? No es solo la falta de información y la información errónea, sino que da la sensación que a veces nos da por un tema y tenemos que demonizar a determinadas razas o determinados animales, y "todo vale". 

Está más que comprobado que son los dueños quienes tienen que dar estabilidad al animal, invertir el tiempo necesario en su adiestramiento (sea éste PPP - perro potencialmente peligroso - o no) y actuar de manera lógica y responsable con ellos. A más de un perro peligroso he visto hacer terapia con niños, con resultados espectaculares, y si no, que se lo pregunten a los rottweiler, que de esto saben un poco.



  Sobre el autor

Miriam Sainz Sánchez

Apasionada de los animales, lleva muchos años conviviendo y aprendiendo de ellos. Adiestradora canina y amante de la naturaleza, es además una gran entusiasta de las palabras y los viajes. Siempre con mascotas.

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