Dicen que la música amansa a las fieras, y el dicho no está lejos de la realidad. Nuestras mascotas también disfrutan del agradable placer de una buena melodía. Eso sí, tenemos la tendencia a "humanizar" sus gustos, algo que es un error. Creemos que porque a nosotros nos guste un determinado estilo musical como el pop o el rock, también le gusta a nuestra mascota. Esto no es exactamente así, pero lo que sí es cierto es que los animales también poseen la capacidad de reconocer y asimilar la música.

Diversos estudios señalan que existen melodías con sonidos, tonos y ritmos que los animales asimilan como dentro de su entorno natural. Esta música para mascotas, les estimula de una manera beneficiosa al recibir dichos impulsos sonoros, lo que les agrada y relaja o divierte dependiendo del tempo.

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Melodías a la carta para mascotas

La música humana resulta irreconocible para la mayoría de los animales, puesto que sus registros vocales y ritmos son muy diferentes a los que ellos pueden asimilar como naturales. Es más, normalmente nuestras mascotas responden ante la música con total apatía y falta de interés. Como mucho se mostrarán interesados por resultar las voces familiares a nuestro habla, de tal manera que se sentirán como acompañados.

También, algunos perros de raza grande, por ejemplo, poseen registros muy parecidos a los del ser humano, por lo que es posible que ante determinadas canciones y melodías se sientan realmente estimulados. No debemos confundir esto con los aullidos que suelen emitir ante determinados sonidos agudos, como un repique de campanas. Eso en el fondo no es que les guste, ¡es que los está volviendo locos!

Hace unos años y en respuesta a estos estudios, se empezaron a crear las primeras "bandas sonoras" para animales. Para ello se fijaban en los registros tonales que emitían algunos animales e intentaban reproducirlos mediante piano, violín y otros instrumentos. El resultado fue increíble, ya que ante melodías más movidas, los animales se mostraban más activos y excitados, mientras que un tono más relajante los adormecía y aumentaba su sociabilidad.

Lo que les falta…

Pero nuestras mascotas no pueden disfrutar la música de la misma manera que nosotros. En nuestro caso, podemos llegar a diferenciar las notas musicales, los tempos, las melodías… Ellos en cambio, carecen tanto de oído absoluto como de oído relativo.

Esto quiere decir que nosotros podemos reconocer una secuencia de notas musicales y diferenciar si van en un tono u otro, por ejemplo, mientras que a ellos esa diferenciación les resulta imposible. Pueden llegar a reconocer secuencias completas de notas, pero si esa misma melodía la escuchan en un tono diferente (más agudo o más grave), no serán capaces de reconocerla.

La música como terapia

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Lo que sí se ha demostrado es que, al igual que a los seres humanos, la música adecuada a cada especie animal les resulta beneficioso para mejorar en recuperaciones tras enfermedades, ¡o para mejorar su humor!.

Un ejemplo lo encontramos en un zoo de Boston, donde se investigó con un grupo de gorilas cómo reaccionarían ante la música. Como si de un grupo de musicólogos se tratase, se sentaron tranquilamente a disfrutar del concierto de arpa que les ofreció una artista en directo. Cuando el espectáculo llegó a su fin, todos se retiraron tranquilamente quedando notablemente relajados.

Todos estos estudios y comprobaciones han creado una nueva forma de comercio: la música para mascotas. Se venden miles de álbumes en todo el mundo para gatos, perros, pájaros, etc. tanto como terapia como simplemente para dar un capricho a nuestra melómana mascota.

Así que habrá que ponerse al día en sus listas de éxitos porque, quién sabe, puede que el siguiente paso ¡sea un "mp3 iPet"!