Muchos de los que somos amantes de los animales ya sabemos los beneficios de convivir con ellos. Son tantas las cosas buenas que es imposible enumerarlas todas y mucho menos profundizar en cada una de ellas. Hay que vivirlo para saber de lo que hablamos, ¿verdad?

Hace unos días os contábamos cómo se ha demostrado científicamente que los perros pueden oler y detectar el cáncer. Ése sexto sentido que muchos intuimos en nuestros amigos de cuatro patas empieza a tomar forma científica y es que sólo basta experimentarlo para darse cuenta de la enorme suerte que corremos por tenerlos a nuestro lado.

Es bien sabido que los animales ayudan siempre. Concretamente los perros son unos de los animales más nobles y fieles sobre la tierra, que brindan un cariño inmenso e incondicional. Son capaces de ayudar a distintos tipos de enfermos para superar sus problemas y juegan un papel vital en el desarrollo de los niños, su socialización y su educación.

Además, son capaces de calmar el estrés. El poder relajante que tienen es extraordinario y así lo corrobora un estudio pionero en nuestro país desarrollado por la Universidad Nacional de Educación a Distancia y el programa educativo Canciencia (para prevención de ataques de perros a la infancia).

Examenes

Este nuevo análisis se centra en el nerviosismo provocado por los exámenes, de modo, que cualquier estudiante que acaricie a un perro en momentos previos al examen, se sentirá más relajado, libre de estrés y rendirá mejor en la prueba. Así de fácil y sencillo.

Este descubrimiento, que fue revelado por científicos de Estados Unidos, demuestran que los canes son capaces de calmar durante un largo periodo de tiempo posterior a la interacción con ellos.

De esta manera, esta demostración se ha llevado a cabo en la UNED de Ourense a través de tres perros y sus cuidadores. Un Bulldog Inglés llamado Roco, un Labrador llamado Attos y una Golden Retriever llamada Aria fueron los amigos que mostraron sus grandes dotes con estudiantes que se han apuntado al programa.

Así, los jóvenes pueden disfrutar de una sesión de 15 minutos de caricias y juegos con los perros, 30 minutos antes del examen.

Efectivamente, no vale cualquier persona ni cualquier perro. Las personas no deben tener fobia a los perros y éstos deben ser educados, tranquilos y predecibles para saber cómo van a actuar y reaccionar. Además, los perros deben relajarse entre las sesiones pues, durante estas pruebas, los animales son receptores del estrés que les transmiten las personas y deben descansar para deshacerse de él.

Una vez más, los perros vuelven a ser nuestros mejores y más fieles amigos dispuestos a ayudarnos en absolutamente todo.



  Sobre el autor

Cristina de Dios

Licenciada en Periodismo por la URJC y especializada en Marketing y Comunicación por la UCM, es una apasionada de los animales, en especial de los perros, por quienes lucha diariamente para lograr una mayor concienciación sobre sus derechos y un mayor respeto hacia todas las especies.

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