Del mismo modo que los típicos pollitos de colores, casi todos hemos tenido una pareja de tortuguitas cuando éramos pequeños. Se vendían a pares, con un acuario redondo con una islita y una palmera de plástico, ¿recuerdas?

Una de las mascotas preferidas por las familias con niños es la tortuga. Las razones son bastante obvias: a una tortuga no hay que sacarla a pasear ni recoger sus cacas de la calle, no es necesario cepillarla, tampoco deja pelos en el sofá, no necesita vacunas, su alimento es barato y fácil de conseguir, no nos pondrán nunca una multa por llevarla sin correa o dejarla jugar suelta en la arena de la playa … ;)

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Tortugas nadando en su pecera

Tener una tortuga calma relativamente ese deseo de los más pequeños de disfrutar de una mascota y, a la vez, es un animal que no exige muchos cuidados ¿o sí? ¿Es tan fácil como parece a simple vista adoptar una tortuga como mascota de la casa? Vamos a intentar averiguarlo en este artículo.

Distintos tipos de tortuga

En general podemos distinguir dos tipos de tortuga, las de agua y las de tierra. Dentro de las del grupo "de agua" encontramos tres familias:

  • Trianychidae: como los ejemplares de tortuga verde china de caparazón blando, esa chiquitina que se ha hecho tristemente famosa en los últimos tiempos por venderse dentro de bolsitas como simples recuerdos de vacaciones, una barbaridad más de los estúpidos seres humanos. 
  • Emydidae: como la tortuga Mapa o la tortuga de Florida, la más longeva de todas las especies de agua. 
  • Chelydridae: como las menos conocidas tortugas mordedoras. 


Las tortugas de agua viven parte del tiempo sobre tierra, donde salen a tomar el sol, jugar o alimentarse. Son más pequeñas y también más sencillas de cuidar y mantener que sus hermanas mayores, las tortugas de tierra. También hay diversas familias de tortugas de tierra, como la enorme "leopardo", la pequeña "rusa" o la más conocida "mediterránea". Las tortugas de tierra tienen necesidades diferentes que las de agua como, por ejemplo, una alimentación exclusivamente vegetariana y mucho espacio libre donde habitar.

 

Necesidades básicas de las que debemos ocuparnos:

Quizás la tortuga no necesite tantos cuidados como un perro, un gato, un loro o un caballo, pero sí necesita disfrutar de una serie de cuidados básicos que debemos tener muy en cuenta antes de decidir que este animalito forme parte de la familia:

Las tortugas también se ponen enfermas

¿Sabías que las mascotas pueden tener problemas respiratorios? Es una de las enfermedades más comunes de las tortugas de agua y que puede ser tan grave que les provoque la muerte. Las afecciones respiratorias se suelen producir por cambios bruscos de la temperatura del agua. De esta forma, si el acuario o pecera no tiene un sistema automático de regulación de temperatura, debes acordarte de medirla y mantenerla constantemente en torno a los 24 grados centígrados.

De todas formas, si notas que tu mascota respira mal y está alicaída y con la cabeza casi siempre metida dentro de su caparazón, no deberías esperar mucho para llevarla a un veterinario especializado en animales exóticos.

 

Las tortugas viven muchos años

Afortunadamente, si están bien cuidadas las tortugas son mascotas bastante longevas. Las pequeñas de agua pueden vivir unos 10 ó 20 años e, incluso, 40 años en el caso de la tortuga de Florida. Las de tierra pueden llegar a vivir en nuestra familia pasando de generación en generación ya que, si están bien cuidadas, tienen una esperanza de vida que puede superar los 100 años.
Así, antes de adoptar una tortuga deberás hacerte la pregunta clave: ¿podré cuidarla durante todos los años de su vida?


Las tortugas no pueden quedarse solas días y días

Una tortuga no es una planta a la que le pongas un sistema de riego automático y aguante viva durante tus largas vacaciones del verano. Tampoco es suficiente con llenar su acuario de comida flotante y esperar que coma lo suficiente y viva en agua sucia hasta que tú vuelvas. O, si es de tierra, que la sueltes por el jardín y que se "busque la vida" mientras regresas.

Por otra parte, aunque quizá una tortuga no sea tan expresiva como otro tipo de mascota, también necesita del contacto con sus cuidadores, de esos ratitos de intimidad en los que le hablas, la mimas o juegas con ella. La tortuga no es una gran "conversadora", pero necesita cariño y compañía como cualquier otro animal.

Así que, si tienes una tortuga y vas a ausentarte de casa, deberás dejársela a alguien que se ocupe de alimentarla adecuadamente, limpiar su hábitat, medir la temperatura del agua y, también, que le dé un poquito de charla mientras su familia está fuera.

 

 



  Sobre el autor

Marta Barrero

“Se puede vivir sin perro, pero no merece la pena” es una de las máximas de Marta Barrero, nuestra redactora especializada en formación, comunicación y publicidad.

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