Muchos se sorprenden la primera vez que observan a su gato hacerlo. Es algo realmente raro para nosotros eso de que los gatos chirríen los dientes. De hecho, es algo que nos da dentera el mero hecho de imaginarnos a nosotros mismos haciéndolo. No obstante, si somos un poco observadores, quizá hasta podamos imaginarnos el porqué de esta conducta. ¿Os habéis dado cuenta de cuándo lo hacen? Pues justo en el momento que ven algún pajarito o insecto. Justo antes de disponerse a cazar.

¿Conductas de caza o juegos?

Ya hemos hablado anteriormente sobre el tema de que nuestras mascotas son propensas a conservar conductas infantiles en su adultez, debido a las condiciones especiales en las que desarrollan en nuestro hogar, lejos de su ambiente natural. 

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En el caso del chirriar de los dientes, para ser exactos, están tratando más bien de aprender a cazar, que a cazar en sí. De hecho, muchas veces nos presentarán los trofeos de sus cacerías y no estarán aún muertos. Los gatos en libertad, cuando son aún pequeños, aprenden a cazar para sobrevivir. Algo primordial para ellos, ya que no poseen unas poderosas fauces como los grandes felinos, es aprender dónde y cómo morder a su presa para que la muerte sea lo más rápida posible. Una presa que tarde en morir y se resista podría herir al gato, por ejemplo, una pequeña ave con su pico al retorcerse. El movimiento perfecto es aquél que en una sola mordida, sea capaz de acertar a la nuca del animal. Al chirriar sus dientes no hacen otra cosa que practicar esa mordida antes de lanzarse a por su objetivo. De ahí que se les suela ver haciéndolo cuando han visto algún insecto, como una mariposa, o algún animal pequeño.

No deja de hacerlo, ¿debería preocuparme?

Este comportamiento es totalmente natural para ellos, sobre todo en su juventud. Es parte de su aprendizaje para la caza. Que conserven esta conducta cuando son mayores no tiene que significar que les ocurra algo, pero para asegurarnos podemos observarle, seguir su mirada y ver si tiene localizada alguna posible presa. Si vemos que nuestro gato chirría o hace movimientos extraños con su boca en todo momento, sin que esté siguiendo a ninguna presa, sí que podría significar un problema. Si lo hacen cuando son pequeños, quizá solo sea porque le están cambiando los dientes de leche y frota éstos contra los que le están saliendo. De mayor es más extraño que lo haga, al menos en situaciones de reposo. Tanto en un caso como en otro, si no estamos seguros de que se deba a conductas de caza, lo ideal sería consultar con un veterinario. Los problemas dentales en gatos no son inusuales.



  Sobre el autor

Juanfra Vázquez

Biólogo, etólogo y escritor. Aunando sus dos grandes pasiones, el comportamiento animal y la escritura, para ponerlas a disposición de Mascotea y de vuestras mascotas.

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