Si pensamos en disfrutar de un momento relajante en el spa, seguramente poco se nos ocurra pensar en peces, pero al igual que las aguas termales o las cremas hidratantes, estos pequeños se han convertido también en unos grandes amigos de nuestra salud, belleza y bienestar.

A pesar de que en Oriente esta técnica no es algo nuevo, se ha extendido por el resto del mundo hace relativamente poco tiempo y demuestra unos beneficios palpables desde la primera sesión.

¿En qué consiste?

La pedicura con peces, también conocida como pedi-ictioterapia, es un proceso realmente sencillo. Se da en sesiones de unos 20 minutos como mínimo o lo que quieras contratar (dependiendo de las ofertas o de los lugares a los que acudamos). En primer lugar, se debe proceder a la limpieza de los pies con agua y jabón neutro, paso muy importante para retirar restos de cremas o suciedad que pudieran perjudicar a los peces.

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Además de la limpieza, es muy importante que el centro de belleza tenga profesionales que examinen los pies antes de realizar el tratamiento, ya que no deben mostrar ninguna herida o corte antes de introducir los pies en el agua. Así mismo, el filtrado y la limpieza del agua entre cada paciente deberá hacerse como medida habitual. Todo esto es para evitar posibles infecciones o propagaciones de enfermedades, de ahí que es recomendable que vayamos a centros que nos ofrezcan todas las garantías.

El siguiente paso es introducir los pies en un recipiente con agua en la que están unos pequeños pececillos de color parduzco, que casi inmediatamente se pondrán a su tarea: alimentarse de las células muertas dejando solo las nuevas, lo que hará que la piel recobre su vitalidad. Además, estos pequeños estilistas de pies, poseen una enzima llamada dithranol (o antralina) que posee propiedades rejuvenecedoras.

No vale cualquier pez

Eso sí, como en todo hay que tener cuidado que no nos den "gato por liebre". El pez doctor, como se le conoce comúnmente, es exclusivamente el Garra Rufa, un pez pequeño y alargado que proviene de las aguas cálidas de oriente medio.

Aunque este pez puede llegar a alcanzar los 14 cms de longitud, para estos tratamientos se suele utilizar a los más jóvenes que no superen los 5 cms. De esta manera nos aseguraremos de que solo succionan y no muerden, ya que de pequeños carecen de dientes.

Hay que tener mucho cuidado y, en caso de duda, lo mejor es pedir un certificado de que realmente son Garra Rufa, ya que existen muchos "imitadores" de estos pequeños doctores. En concreto se confunde mucho a los garra rufa con los Chinchin Yu, otro tipo de pez bastante parecido pero que no posee la enzima dithranol, con lo que la terapia no es completa. Además, el Chinchin Yu sí tiene dientes, con lo que pueden morder que incluso pueden llegar a hacer pequeñas heridas. ¡Mucho cuidado!

Muy extendido en España

En España podemos encontrar ya en muchas ciudades lugares que nos ofrecen los servicios de este pequeño "pez doctor", sobre todo en las grandes ciudades. Lo mejor es buscar centros que nos ofrezcan sobre todo garantías y confianza, informándonos bien en todo momento. Veamos algunos ejemplos, aunque ya sabéis, "son todos los que están pero no están todos los que son":

Madrid

Las Termas de Ruham

Posee 5 centros en Madrid, aunque tiene varios centros repartidos por toda la geografía española (Vitoria, Barcelona, Tarragona, Valencia, Las Palmas).

Mi Calle de Nueva York

En pleno centro, en la Calle Barquillo.

Barcelona:

Rufoo Fish Spa

Lo encontramos en la Calle Correu Vell, 10

Aquabliss

en la Calle Condal, 33

Zaragoza:

A tus pies

Avenida Tenor Fleta, 9

Valencia:

Kiss My Feet

En la Calle San Valero, 1

A Coruña:

Piacere Belleza

Ronda de Outeiro, 135 - Bajo