Enteritis Viral Canina, Parvo Virosis…Nombres complejos para una de las enfermedades mortales más conocidas por los mascoteros: la tristemente famosa "Parvo". 

Los primeros casos aparecieron en Estados Unidos en 1978. Ese año, varios perros de una exposición canina mostraron una serie de síntomas - vómitos, diarreas…- que en pocos días acabaron con la vida de los animales. La enfermedad se extendió rápidamente: Canadá, Australia, Bélgica… hasta llegar, en 1979, a Francia e Inglaterra. Actualmente, la parvo virosis está presente en decenas de países de prácticamente todos los continentes. La "parvo" es una enfermedad peligrosa, contagiosa y terrible, pero que, afortunadamente, se puede prevenir. Vamos a intentar averiguar un poco más….

El virus culpable….

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La enteritis viral canina puede ser originada por diferentes tipos de virus, pero el más habitual es el llamado "parvovirus", un microorganismo que pertenece a la familia "Parvoviridae". Este bichito microscópico no ataca solamente a los perros, afecta a cualquier cánido, es decir: lobos, zorros, coyotes, chacales…. 

Aunque es más frecuente la incidencia en cachorros, no tenemos que olvidar que los perros de cualquier edad pueden contagiarse. Tampoco influye la raza, el peso, el sexo… Una característica muy importante que tenemos que destacar de este virus "maligno" es su extremada resistencia al medio ambiente, los cambios de temperatura y el PH. Resiste muy bien muchos de los desinfectantes más comunes y, así, puede permanecer durante largo tiempo en la zona contaminada esperando a su próxima víctima.

¿Cómo se contagia?

El virus de la enfermedad suele penetrar en el organismo del perro vía oral y por contacto directo o indirecto con heces, orines o lugares infectados. Contacto "directo" ya os lo imagináis: cuando el perro "prueba" los regalitos dejados por sus congéneres en la calle, lame una pared o el suelo … El contacto "indirecto" es menos habitual pero igualmente importante. Se produce cuando se introducen en la boca del animal aparatos o instrumentos infectados con la enfermedad (pensad, por ejemplo, en una clínica veterinaria sin las adecuadas medidas higiénicas… )

Los principales síntomas...

Una vez introducido el virus en el cuerpo de nuestra mascota, los síntomas pueden aparecer en un intervalo de entre 3 y 10 días. Es lo que los veterinarios llaman "periodo de incubación". Pasado ese tiempo comienzan los síntomas: quejidos y lamentos (sobre todo en cachorros de entre 4 y 12 semanas de vida), diarrea que, en los peores casos, es hemorrágica (con trazos de sangre pura en las heces), dificultad para respirar, fiebre, decaimiento general, pérdida del apetito y de la alegría… La mortalidad en cachorros muy jóvenes es prácticamente del 100%, un porcentaje que, afortunadamente, disminuye considerablemente si el perro afectado es adulto y, claro, si recibe un tratamiento veterinario correcto y a tiempo.

El tratamiento:

Como siempre, es tu veterinario de confianza el que deberá prescribir el mejor tratamiento para evitar un desenlace fatal. En la mayoría de los casos, este profesional iniciará un tratamiento basado, sobre todo, en minimizar las consecuencias de los síntomas: hidratará al peludo para combatir la pérdida de agua por la diarrea y los vómitos, le recetará una serie de medicamentos para evitar que siga vomitando y para que le baje la fiebre…

¿Tu papel en este asunto?:

1º. Llevar al perro al veterinario en cuanto notes cualquiera de los síntomas que hemos comentado. 2º. Administrarle correctamente el tratamiento que te prescriban. 3º. Mantener al animal tranquilo, hidratado y alimentado. 4º. Separarle de otros perros si los tienes. No importa que esté con el resto de la familia humana ¡al contrario! Recuerda que la "parvo" no es contagiosa para nosotros y el peludo se sentirá mejor si está acompañado por los suyos. 5º. Limpia y desinfecta bien todas las zonas donde haya estado el perro: cama, juguetes, patio, suelos…

Y por supuesto, la mejor medida de Prevención: Las Vacunas. ¿Recuerdas este cuadro?:

Edad

Vacuna

6 semanas Moquillo y Parvovirosis
2 meses Moquillo, Parvovirosis, Hepatitis, Leptospirosis, Coronavirus y Tos de las Perreras
3 meses Moquillo, Parvovirosis, Hepatitis, Leptospirosis, Coronavirus y Tos de las Perreras
5-6 meses Moquillo, Parvovirosis, Hepatitis, Leptospirosis y Rabia
Adulto Rabia y Vacuna Polivalente (Moquillo, Parvovirosis, Hepatitis, Leptospirosis y Parainfluenza)
1 o 2 veces al año (depende de la Comunidad Autónoma) Rabia y Vacuna Polivalente (Moquillo, Parvovirosis, Hepatitis, Leptospirosis y Parainfluenza)


  Sobre el autor

Marta Barrero

“Se puede vivir sin perro, pero no merece la pena” es una de las máximas de Marta Barrero, nuestra redactora especializada en formación, comunicación y publicidad.

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