Y otro año más tenemos la Navidad a la vuelta de la esquina. Parece que acabamos de guardar los bañadores y las sombrillas y ya tenemos que desempolvar el Belén ¿verdad? Para la mayoría de las personas los días de la Navidad son jornadas de reuniones, comidas, cenas, fiestas… Días alegres llenos de risas y bullicio, música y petardos, bailes y charangas. Un cambio completo de rutina que vuelve tus días al revés. Eso está muy bien, pero… ¿Te has parado a pensar cómo afecta la Navidad a tu mascota? 

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Los temidos fuegos artificiales

El ruido y el olor a pólvora de los cohetes y petardos afecta a todas las mascotas del hogar: pájaros, ranas, serpientes y hasta peces de colores, pero los daños pueden ser más graves y visibles en dos de las mascotas preferidas por las familias españolas: los gatos y los perros. Dependiendo de la cercanía, intensidad y duración de los fuegos artificiales, los daños psicológicos y hasta físicos de nuestro pequeño amigo pueden ser importantes. Algunos consejos:

  • Permite a tu mascota que se esconda: un rincón debajo de la cama o una estupenda caja le hará sentirse mejor y más seguro.
  • Mantén puertas y ventanas bien cerradas: en estado de pánico tu peludo puede escaparse y perderse (los días después de fiestas pirotécnicas se encuentran muchísimas mascotas perdidas).
  • Si el miedo de tu mascota es de alto grado, consulta con tu veterinario, quizá él o ella aconsejen administrarle un calmante adecuado a su raza, tamaño y peso.

El exceso de comida

Si nosotros no podemos resistirnos a esas enormes bandejas repletas de delicatesen ¿Cómo puede hacerlo nuestra mascota? El problema se agrava, además, cuando hay invitados que, sin querer hacer daño pero haciéndolo, dan alimentos de la mesa a nuestro suplicante peludo. Recuerda que, además del riesgo de empacho, hay numerosos alimentos que tomamos los humanos y que pueden ser perjudiciales para nuestras mascotas (perros, gatos, hámsters, cobayas… ). Algunos consejos:

  • Da de comer a tu mascota antes de sentaros a la mesa.
  • Pide a tus invitados que, por favor, no den alimentos al "rey" de la casa, por mucho que les mire con esos suplicantes y enormes ojazos…
  • No dejes que el perro o gato merodee por el comedor. Por su propia seguridad estará mucho mejor en otra habitación hasta que terminéis de comer.

Ya sabemos que en tiempos de fiesta es difícil no compartir un dulce navideño con tu mejor amigo. Si no te puedes resistir recuerda que hay golosinas que sí pueden comer: chocolate especial para perros o gatos, galletas caseras, pasteles de carne…

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Los invitados

En estas fechas es casi inevitable recibir visitas. Familiares y amigos se pasan a comer, cenar, tomar un café… Si tienes un ave, un reptil o una cobaya como mascota será casi inevitable que - por su carácter exótico - tus invitados quieran mirarle, acariciarle…. No es una buena idea. Los cambios de rutina no les gustan demasiado a estos animales e, incluso, pueden llegar a provocarles estrés. Es mejor que, si puedes, retires la jaula o pecera de tu mascota a un dormitorio o una habitación donde no vaya a haber un exceso de gente. Si tu mascota es un perro o un gato -más acostumbrados al contacto con el ser humano- tampoco puedes bajar la guardia, especialmente si el animal es grande, nervioso o agresivo. Las efusiones de los felices invitados pueden descentrar a tu mascota y provocar reacciones negativas (ladridos o maullidos excesivos, saltos y exceso de energía, mordiscos o arañazos). Si hay niños en casa deberás extremar la precaución: no olvides que la combinación "niño invitado" y mascota casera es complicada. Nunca les dejes solos y sin supervisión de un adulto responsable.

En fin, unos pequeños consejos que harán que tú y tu mascota paséis una dulce y muy feliz Navidad.



  Sobre el autor

Marta Barrero

“Se puede vivir sin perro, pero no merece la pena” es una de las máximas de Marta Barrero, nuestra redactora especializada en formación, comunicación y publicidad.

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