Lino - Adiestrando perros en adopción

Bueno, pues aquí comienzo a comentar mis andaduras por la protectora Huellas (Ávila) con los perretes que tienen por allí, convencida de que una buena educación hace mucho más fácil que estos perros, que realmente me sorprenden por su bondad, puedan encontrar una familia pronto.

En sucesivos artículos del blog, iré contando mis experiencias con ellos y nuestra evolución, tanto mía como adiestradora como por supuesto de estos fantásticos ejemplares, con los que estoy realmente encantada.

Por supuesto están en adopción esperando una oportunidad para tener una vida plena, así que si quien lo lee está interesado en alguno de ellos, no tiene más que preguntarme.

LINO - adoptado agosto 2013

lino-protectora-huellas

Fecha: 02 julio 2013

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Cuando entro en el chenil se alegra de recibir compañía. Lino está pendiente de lo que pasa fuera, pero se muestra muy simpático y alegre con mi presencia. Le enseño la comida y pronto aprende a sentarse. Me sigue también por dentro del chenil según me muevo, y únicamente se distrae con ganas cuando una pastora alemana le ladra desde el exterior. La reacción de Lino es contundente, enseñanado los dientes y ladrando contundentemente. Sin embargo no creo que sea agresividad, más bien una especie de juego, aunque algo más subido de lo normal.

La sesión es corta, pues uno de los cuidadores está por allí y comienza a distraerse con mayor facilidad.

Fecha: 10 julio 2013

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Muy feliz de verme de nuevo, lo exterioriza enérgicamente. Paso al chenil y casi literalmente me come a besos... Hoy tiene compañía, un perrillo de su mismo tamañao, y sin embargo me sorprende el respeto mútuo que se tienen cuando decido dar trocitos de una deliciosa salchicha a uno o a otro. No se tienen miedo, se respetan y parecen llevarse bien.

La reacción agresiva es muy evidente con la pastora alemana, sin embargo responde bien cuando le chisto o me pongo delante para que me preste más atención a mí. Al final y poco a poco, va pudiendo más la salchicha que las ganas de bronca... Lo que me hace pensar que es algo que puede tener buena solución (lástima que sólo pase una vez por semana).

Sigo con el ejercicio de sentado, aún sin la órden, y enseguida la realiza y se espera pacientemente a tener su recompensa. Incluso cuando me siento y él se abalanza hacia mí, comprende enseguida que la salchicha se consigue sentado.

Ejercicios

Sentado

Permanece sentado y atento

Tumbado

Se tumba con dificultad. No llega a comprender el ejercicio por hacer pocas repeticiones.

Fecha: 17 julio 2013

Cuando llego al chenil enuentro al pequeño Lino fuera, en un espacio mucho más amplio aunque cerrado, corriendo y disfrutando de su recreo. Me parece encantador verle disfrutar. Es un perro que anima mucho. Está con 3 ó 4 perros más de su tamaño y no parece tener ningún problema con ellos.

De repente corre graciosamente hacia una de las verjas, e increpa enérgicamente a un mestizo que debe medir y pesar unas 20 veces más que él, un perro realmente grande, y ambos se enzarzan en una batalla que queda en "tablas" gracias a la separación de la valla.

Ahora tengo claro que lo de la pastora alemana no fue casual...

Le pongo la correa, sin mucho problema, y le saco hacia el exterior. Por el camino, se entretiene increpando a los perros que ve según pasa por los cheniles. Abro la puerta... y Lino vuelve a cambiar: muy tímidamente sale. Hay tormenta a lo lejos, lo que le afecta. Cualquier ruido le sobresalta y le deja en estado de alerta. Cuando se siente un poco más cómodo, le suelto, y corre a sus anchas sin reparar en mí, oliéndolo todo. Llamo de nuevo su atención, pero no se fia demasiado. Me siento en el suelo, le llamo y le doy de comer, pero ya no tengo delante de mí al "Lino" que se abalanza dentro del chenil y me "come" a besos. Casi ni me toca, permanece alerta a los ruidos.

Pruebo a hacer el sentado y lo hace, pero desisto porque la situación es algo estresante para él. Simplemente me quedo quieta, esperando a que venga, o me alejo hasta que viene hacia mí.

A la hora de ponerle el collar de nuevo, se asusta y no me lo permite, ni siquiera con comida. Pasamos de nuevo a la protectora y Lino vuelve a ser el perro agitador hasta que felizmente llega a su chenil.

Inseguridad y agresividad por inseguridad, a pesar de que la agresividad es relativa, y no problemática para un perro de su tamaño.

Ejercicios

Poner collar y correa

Se siente algo incómodo pero lo acepta. Cuando está fuera, no es posible ponérselo porque se asusta.

Sentado

En la parte exterior de la protectora. Lo hace a pesar de que está inseguro.

Acercamiento

Fuera aumenta considerablemente su inseguridad. Poco a poco la pierde pero los truenos no ayudan.



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