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He estado un tiempo muy malita.Después de que me llegara el celo ese, empecé a sentirme muy triste, y lo que hacían los perros a mi alrededor no me gustaba nada... infantiles... Yo sólo quería estar con Miriam y Dani, y que me dieran mucho cariño. Empecé a pensar en tener cachorritos con grandes orejotas como yo...Durante un tiempo he deseado tanto tener cachorritos que pensaba que los tenía dentro de verdad. Y así de repente se me hincharon las mamás y todos los días salía leche... y me sentía muy rara.Ahora ya sé que era un "embarazo psicológico", que según he entendido es que ya no tengo bebés. Miriam dice que es poruqe no nos enteramos en esta familia... no sé a qué se refiere.Ha sido una etapa muy fea... pero afortunadamente ya no tengo celo y ¡jamás volveré a pasar por lo mismo!De la última etapa de este período triste, tengo muy buenos recuerdos... ¡¡Granada!!Aquí dejo algunas fotos:Aquí estoy con el primo Lar, que ¡está tan mayor...! Así que le encanta quitarme MI colchón y acurrucarse, porque es tan blandito... Y a los pocos segundo de tumbarse... ¡a roncar! Por más que intentaba que se quitara, sólo me quedaba la opción de quitarle un huequito a base de empujones.
... más empujones...
¡Y más empujones!
Parece que nadie hacía caso a mis necesidades.....
Fue un fin de semana muy especial porque nos reunimos tooooodos para celebrar el cumple de Narco (¡¡3 años!!). Así que hicimos una fiesta muy divertida (en la que comí huesos de chuletas!!! Eso sí... hasta que Narco se las quedó...) y bailé con Claudia (aunque no acabo de entender el divertimento)
Estuvimos dando una vuelta por Graná, y a veces había que descansar...
¡y otras que reponer fuerzas!
y finalmente volví a ver a mamá Rumba y a mi hermano Chincho, ¡¡que está más alto que yo!Al principio mamá Rumba enseguida me dejó claro que no me andara con juegos, y que en su casa ¡existen sus normas!
Pero luego se tranquilizó al ver que yo también estoy bien educada, y pudimos estar tranquilas.
Luego vi que es tan mimosa como yo... jejeje (¡y que me parezco mucho a ella!)
Y finalmente me preguntó por mi nueva vida, y estuvimos perreando un poco mientras nos dejábamos mimar.
Y con Chincho hablé poquito, pero estuvo divertido: