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Cada día, o casi cada día, me dan clases de perra educada... ¡y soy muy buena con lo que me piden hacer!
Cuando era más pequeña me pedían que me sentara y me tumbara, y ahora me piden darles una pata, la otra, las dos patas... Antes no me gustaba nada hacerlo, pero ahora sí. A veces no les entiendo y me enfado, pero si lo hago bien me dan un premio, y si al final todo lo he hecho bien me dan una barrita deliciosa que, aunque sé que está en el tercer cajón, no lo cojo (¡¡porque no puedo abrirlo!!).También casi cada día me peinan y me limpian si es que me he ensuciado en el parque. Eso es lo que menos me gusta, porque me tengo que quedar en la puerta hasta que me ponen una toalla, y ahí me secan las patitas y la tripa.... ¡ya a veces hasta las orejas! Pero la parte de peinarme con masaje incluido, no lo puedo negar... ME ENCANTA.Si no es Dani es Miriam quien juega conmigo, y lo que más me gusta es tirar de un cinturón para quitárselo. Muchas veces tengo que ofrecérselo para jugar, y otras vienen ellos a por él.

La verdad es que todo son mimos :D
