Uno de los temas más polémicos relacionados con el mundo de las mascotas es el tema de su correcta alimentación. Una parte importante de los mascoteros se decantan por los alimentos comerciales o "dietas de fábrica" (el famoso pienso o las latas de alimentos); otra amplia franja de amantes de las mascotas prefieren dar a su peludo comida casera, preparada por ellos mismos siguiendo (o no) las instrucciones de un veterinario especialista en nutrición


Pero aún hay otro grupo de mascoteros y veterinarios que apuestan por una dieta diferente de las anteriores y mucho más radical: la dieta "BARF". Hoy vamos a aprender qué significa realmente esta polémica forma de alimentar a nuestros peludos.

El acrónimo "BARF".

Las letras "B.A.R.F" son las siglas en inglés de "Biologically Appropriate Raw Food" frase que en español podría traducirse como "Alimentación Cruda Biológicamente Adecuada". Es decir: alimentar al animal de compañía con alimentos naturales crudos que sean adecuados para su organismo.

La dieta original fue inventada por un veterinario australiano llamado Ian Billinghurst a finales de los años 80 del siglo pasado. El polifacético Ian - ingeniero agrónomo, veterinario, acupuntor, criador, empresario, escritor, conferenciante…-, dedujo que las dietas que se comercializaban para perros y gatos, fueran de la marca que fueran, no eran beneficiosas para la salud de la mascota. Argumentaba que, según la evolución, nuestros animales de compañía no estaban preparados para alimentarse a base de cereales, es más: estos perjudicaban seriamente su salud.

Haciendo diversas pruebas con sus propias mascotas Billinghurst creó la que sería la que sería una de las dietas más defendidas y también más vilipendiadas por el sector mascotero: la dieta BARF.


TaraNRV
Dieta Barf: alimentos naturales crudos que sean adecuados para el organismo de nuestros animales

En qué consiste:

Básicamente, esta dieta consiste en desterrar de la alimentación de nuestra mascota los tradicionales piensos para animales sea cual sea su sabor, origen, marca o formato de comercialización.

Un peludo que siga la dieta BARF se alimentará básicamente de:

  • Huesos crudos de cordero, vaca, ternera, buey… y, más polémica: pollo. Los defensores de esta dieta no están de acuerdo con los consejos que los veterinarios nos han dado durante años: los huesos del pollo son muy dañinos para los perros y gatos porque se fracturan en pedazos pequeños y afilados que pueden dañar su sistema digestivo. Ian y su dieta defienden los huesos de pollo joven por el alto valor nutricional que aportan los cartílagos. Otro de sus argumentos de peso a favor de los cartílagos de pollo es que, según sus investigaciones, son excelentes para prevenir el cáncer.
  • Vísceras y grasa de animales sanos y jóvenes.
  • Huevos.
  • Verduras, hortalizas y frutas.

Es decir: la dieta BARF apuesta por una alimentación completamente natural, una pauta alimenticia que se acercara lo más posible a la que podían recibir los primeros ejemplares de perro o gato en el proceso evolutivo, en el momento en que empezaron a compartir su vida con los seres humanos.

Cat feeding on raw pork neck
Los gatos también necesitan el aporte proteínico y calorífico que aporta la carne

Desventajas de los piensos comerciales según BARF:

La alimentación comercial de perros y gatos comenzó a generalizarse hace unos escasos 60 años. Durante años y años las mascotas comían lo que sus cuidadores dejaban a su alcance, es decir: huesos de todo tipo, raspas de pescado, pan duro, restos de comida casera… Las mascotas, con un mayor grado de libertad del que disfrutan ahora, complementaban esta "dieta" con lo que encontraban en sus correrías: pequeños animalitos como ratones o pájaros, restos de carne, huesos y vísceras de los contenedores, etc.

Los defensores de la dieta BARF opinan que la salud de esas mascotas era mucho mejor que la de las actuales y que la culpa es de la alimentación. Es decir, asocian comida comercial con enfermedad.

Algunos de sus argumentos concretos contra los alimentos procesados para mascotas son:

  • Los piensos contienen una gran cantidad de cereales cuando los perros y los gatos son seres eminentemente carnívoros. No son ovejas ni gallinas, sino animales que necesitan el aporte proteínico y calorífico que aporta la carne.
  • El proceso de fabricación de los alimentos comerciales destruye buena parte de los nutrientes esenciales de esos alimentos por lo que luego se deben balancear con numerosos productos químicos. Ese mismo proceso modifica - siempre según la dieta BARF - las proteínas y las vitaminas de los alimentos produciendo bacterias que pueden causar graves enfermedades.

En fin, la polémica está servida. Y tú ¿apuestas por la dieta BARF?



  Sobre el autor

Marta Barrero

“Se puede vivir sin perro, pero no merece la pena” es una de las máximas de Marta Barrero, nuestra redactora especializada en formación, comunicación y publicidad.

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